Ronda de Toledo
RONDA DE TOLEDO: Si la Ronda de Toledo va desde la Glorieta de Embajadores hasta la actual Puerta de Toledo, la calle del mismo nombre nace en uno de los arcos de la Plaza Mayor y va a morir en la Glorieta de Pirámides. De esta calle toma la Ronda de Toledo su nombre e historia, ya que su urbanización se remonta al siglo XIX mientras que la calle se origina en el remoto siglo XIII, convirtiéndose así en uno de las más antiguas de toda la ciudad. Su primera ampliación tiene lugar bajo el reinado de Felipe II, momento en el que toma su actual nombre y se convierte en el verdadero centro de la Corte madrileña. Al mismo tiempo se derriba la primitiva Puerta de Toledo que daba al campo y es alargada hasta la Fuente del Sierpe. Tiempo después, durante la dominación francesa, se proyectó la actual Puerta de Toledo que nada tienen en común con su antecesora, mucho más fuerte y robusta, pero menos ornamentada, finalizando sus obras en el año 1827. Finalmente se extendió hasta a la Glorieta de pirámides en la ribera del río Manzanares. Además del hospital gótico de la Latina, fueron edificados en la Calle de Toledo el colegio y compañía de Jesús en 1567. La iglesia tomó la advocación de San Francisco Javier, y el Colegio se denominó Imperial, debido al patronazgo de María de Austria, hija de Carlos I. En él cursaron estudios Lope de Vega y otros ilustres madrileños de la época. Expulsados los jesuitas, el templo fue restaurado y se trasladaron a él los restos de San Isidro y de Santa María de la Cabeza desde la iglesia de San Andrés en 1769, tomando el rango de Catedral, siéndolo de Madrid desde el 18 de abril de 1886 hasta la inauguración de la catedral de la Almudena en junio de 1993.
En cuanto a la placa indicativa de la Ronda de Toledo, ésta toma el escudo de la Ciudad Imperial, Toledo. Su blasón está formado por el águila bicéfala exployada de sable, la cual hace las veces de soporte a un escudo cuarteleado y entado en punta que contiene las armas de Castilla, de León y en la punta, las de Granada. El escudo es rodeado con el collar de la Orden del Toisón de Oro y rematado con la corona imperial. Flanqueando el escudo encontramos sendas figuras de reyes sentados sobre un trono con los símbolos de la autoridad, la corona real, el manto, el cetro y la espada.
Desde el año 1351 las
armas de Toledo son las del rey, tomándose durante el reinado de Carlos I de
España y V de Alemania las relativas a éste, concedidas al Ayuntamiento de la
ciudad por el propio emperador, añadiendo posteriormente el elemento
diferenciador del rey entronizado, en recuerdo de las primitivas armas del
escudo toledano. Por su lado, el águila bicéfala es un símbolo muy presente en
toda la iconografía heráldica de diferentes culturas europeas y mesoamericanas.
En Europa el águila bicéfala procede de la iconografía medieval bizantina,
tomada a su vez de la hitita. A partir del siglo XV fue tomada como la marca
heráldica del Sacro Imperio Romano Germánico de Maximiliano I y posteriormente
por su nieto Carlos V, como símbolo de la unión imperial con la monarquía
hispánica. Después de esto el águila bicéfala será el emblema de la Casa de
Austria en España, perdurando hasta tiempos de Carlos II el Hechizado.