Plaza Emperador Carlos V

PLAZA DEL EMPERADOR CARLOS V: La Plaza del Emperador Carlos V es conocida por todos los madrileños por su antigua denominación, Glorieta de Atocha, y por estar en ella la famosa estación de Atocha, principal estación ferroviaria de Madrid y una de las más importantes de España. Desde el año 1941 lleva el nombre de uno de los soberanos más poderosos de todos los tiempos, el emperador Carlos V. El cambio de nombre fue promovido por el Municipio de Madrid a principios de la década de los 40 para evitar la duplicidad con la Calle de Atocha. Esto levantó controversias, pues tal y como defienden algunos autores, la plaza debía haber recibido el nombre de Carlos I como rey de España, ya que ese fue su título dentro del territorio español y no el de emperador. A propósito, o no, lo cierto es que Ruiz de Luna decidió representarlo como Emperador interpretando el modelo dado por el maestro Tiziano en una de sus obras más importantes y una de las joyas del Museo del Prado: Carlos V en la Batalla de Mühlberg.

Para su obra, el ceramista focalizó su atención en el rostro del emperador, representándolo de busto, añadiendo a ambos lados las fechas de nacimiento y defunción del soberano. En ella, Carlos V, apodado "el César", aparece decidido, vestido con armadura a lomos de un caballo español, y de su cuello cuelga lo que en el cuadro original vemos que es el collar de la Orden del Toisón de Oro. Sin embargo, algo a lo que Ruiz de Luna no dio demasiada importancia fue a la lanza que porta el emperador en su retrato y que según la tradición es la lanza con la que Longinos atravesó el costado de Cristo. Es probable que la idea de ser pintado con ella fuese del propio Carlos V, que deseaba un retrato que afianzase su poder como soberano de Europa, pues según cuenta la leyenda quien poseyese esta reliquia, sería el amo del mundo.