Fúcar
CALLE DE FÚCAR: Esta calle aparece en el plano de Teixeira con el nombre de los Trinitarios, y con el de Jesús en el de Espinosa de mediados del XVIII. La denominación actual proviene de la corrupción del apellido Fugger, perteneciente a una saga familiar de banqueros y prestamistas de origen suizo-alemán que entablaron estrechas relaciones con Carlos I, siendo Jacobo Fugger el avalista del monarca en su elección imperial. Sin embargo, Jacobo murió seis años más tarde sin descendencia directa, legando en sus sobrinos George Raymund Fugger (1489-1535) y Antón Fugger (1493-1560), quienes recalaron en España de la mano del ya emperador Carlos V, convirtiéndose así en sus prestamistas oficiales y también en los de su hijo, el rey Felipe II. Posteriormente, durante el reinado de Felipe III, sus descendientes se instalaron en esta calle.
En cuanto al origen del título de esta vía encontramos una tradición que coquetea entre la historia y la leyenda, mencionada por Quevedo en uno de sus Romances, y que habla acerca de un miembro de la familia Fugger o Fúcar que se casó con la hija del conocido tabernero de la Calle del Lobo, Juan de Lepre, entroncando de este modo su opulento apellido con uno de origen madrileño. Este miembro de la saga de banqueros alemanes pudo ser Cristoph Fugger (1520-1579), hijo de George Raymund Fugger. Cristoph, al que poco le interesaron los negocios de su familia, fue retratado en Augsburgo por Cristoph Amberger, un pintor alemán nacido en dicha ciudad en 1500. Fue retratista de los personajes más importante de su tiempo, llegando a inmortalizar al emperador Carlos V y a varios miembros de las familias banqueras Fugger y Welser.
El retrato del que hablamos
se conserva en la Alte Pinakothek de Munich y en él fijó su atención Ruiz de
Luna para representar a este miembro de la familia Fugger en una de sus placas
identificativas de las calles de la capital. Es muy posible que Ruiz de Luna
fuese conocedor de la historia contada por Quevedo y que por ello decidiese
elegir a Cristoph como representante de los Fugger en Madrid. Lo cierto es que
así lo hizo, y no sólo realizó su efigie para la Calle de Fúcar, sino que a
ambos lados de la figura escribió su nombre y apellido para que no quedase
ninguna duda de a qué personaje se estaba refiriendo.